I ♥ Málaga

Mi amor por Málaga es incondicional. Pese a las pegas que le pueda ver, que se las veo. Y las reconozco, y claro que hay cosas que no me acaban, o que cambiaría, pero Málaga es Málaga, para lo bueno, y para lo malo, y me encanta.

Asocio el nombre a cosas buenas, pese a que por sus calles, o en el aeropuerto, también viví malos momentos. Su cielo me ha visto serena y borracha, feliz y desconsolada, gozando y sufriendo, riendo y llorando, bailando y rabiando. Sus esquinas todavía conservan restos míos, su feria la llevo en el corazón.

Adoro a Inés. Sin reservas, y para siempre. Quiero a Pedro, a Antonio, a Dani. Recuerdo a muchos. He conocido a otros a los que llevo también, a partir de ya, en el corazón. No hay persona más dulce que Javi, más paciente, ni quien ponga caritas de pena mejor que Jaime. ¡Me encanta su sonrisa desdentada, su simpatía heredada! Me encanta vuestra inocencia, la de los dos.

La plaza de toros, vista desde el Gibralfaro, me tiene robao el sentido, igual que la plaza de la Constitución y la de la Catedral, la calle Granada, los alrededores de Carretería, las hermandades, el CAC, el puente de los alemanes, la calle Larios… Tantos recuerdos asociados a cada uno de esos lugares. El Fraggle, el ZZPub, las Garrafas, el Pimpi, la plaza Mitjana, el Tita Conchi, el Pimpi la Florida, el pasaje de Chinitas, el Tapa Loca… Tantas conversaciones, tantas risas, tantas Cruzcampo, tantos y tantos y tantos buenos ratos con gente fantástica.

Y lo mejor de todo, disfrutarlo de nuevo, sin nostalgias que amarguen los recuerdos, sin retorcijones de dolor/rabia en el recuerdo. Con nuevas ilusiones. Con la seguridad de que volveré y de que lo (re)descubriré de nuevo, con ojos rabiosamente hambrientos.

Fotos by noemozica